TOKIO 2020 BAJO LA SOMBRA DEL COVID

*No contamos con los derechos sobre las imágenes recopiladas para ilustrar los eventos mencionados en el video.

Por José Rodrigo García

Director de la Universidad del Deporte

A lo largo de la historia de los Juegos Olímpicos modernos, han habido algunos acontecimientos principalmente socio-políticos como las 2 Guerras Mundiales, que obligaron a suspender la máxima competición deportiva en 1916, 1940 y 1944, o el boicot de un importante número de países, primero en Moscú 1980 y luego en Los Ángeles 1984; sin embrago, en esta ocasión, fue la pandemia mundial del COVID-19, la que pusiera en jaque, al Comité Organizador, quien decidió aplazar por un año la celebración de la más importante justa deportiva internacional, después de considerar las repercusiones, principalmente económicas de cancelarlos.

Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 que se celebrarán desde el 23 de julio hasta el 8 de agosto de este 2021, serán los segundos que se disputarán en la capital japonesa, después de una primera edición celebrada en 1964.

Los Juegos Olímpicos que se celebran cada 4 años, fueron aplazados en el año 2020 debido a la crisis sanitaria provocada por la pandemia de coronavirus COVID-19, que sigue sacudiendo al mundo. Sin embargo, los atletas de todo el orbe continuaron con su preparación, cada quien como pudo; hubo nadadores que entrenaron en ríos y lagunas, incluso en pequeñas albercas inflables. Otros, tuvieron que correr amarados con ligas ante la imposibilidad de salir de casa. Muchos se prepararon en parques o improvisaron gimnasios con cualquier elemento que les pusiera servir, pero ninguno perdió el ánimo y se mantuvieron concentrados en el objetivo. Nadie se quería perder el más importante evento deportivo.

No todo el mundo entiende lo que significan los Juegos Olímpicos para los atletas. Hay quienes se preparan con la mayor ilusión durante 8, 12 o 16 años para poder competir con los mejores atletas del mundo. Podrán haber campeonatos mundiales u otras competiciones internacionales, pero nada se compara a los Juegos Olímpicos; por eso, cuando a finales de 2019 fue anunciado que había un nuevo coronavirus SARS-CoV-2, que se extendió rápidamente, se encendieron las alarmas, ante la posibilidad de cancelar los Juegos si no se podía contener suficientemente rápido.

La información que fluía si cesar hablaba de la rápida expansión de un nuevo tipo de coronavirus que, aunque parece proceder de algún animal, puede afectar a las personas y se detectó por primera vez en diciembre de 2019 en la ciudad de Wuhan, provincia de Hubei, en China. Y aunque en un 80% de los casos solo produce síntomas leves respiratorios, la Organización Mundial de la Salud lo designó pandemia mundial, por el elevado número de muertes que puede causar.

Con todas las medidas sanitarias y cercos de seguridad; sin público en las gradas, con la consiguiente pérdida económica, pero rebosantes del “espíritu olímpico”, los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 dieron inicio con una ceremonia llena de nostalgia y dolor por los millones de víctimas de la peor catástrofe de este siglo, pero con el colorido y folklore de un país que combina tradición y modernidad como ninguno otro.

“Citius, Altius, Fortius, Communitae”. (Más alto, más rápido, más fuerte y todos unidos), es el nuevo lema propuesto por el presidente del Comité Olímpico Internacional, el alemán Thomas Bach, para celebrar la unidad de los pueblos y la capacidad humana para superar las crisis, sin olvidar desde luego el ideal que dio inicio en el año 776 antes de Cristo, en Olimpia, en la Grecia antigua.

4 años de preparación, sacrificio, esfuerzo y dedicación para tratar de bajar quizás solo una centésima de segundo, no pueden ser frenados de ninguna forma. Los atletas lo saben y también los organizadores de la justa, porque el deporte es mucho más que deporte.

El deporte forma moralmente a los individuos, estableciendo códigos de ética que fácilmente son transferidos a cualquier otro aspecto de la vida. A través del deporte, podemos extraer lo mejor de nosotros mismos; compromiso, autoestima, lealtad, voluntad, liderazgo, responsabilidad, determinación y una cantidad innumerable de otras virtudes. Por eso, los Juegos Olímpicos no se pueden cancelar.

Disfrutemos de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 y maravillémonos con las hazañas de los mejores atletas de mundo, reunidos a pesar de todas las circunstancias que se han vivido en los últimos tiempos.

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