EL FRÍO PROVOCA MÁS CONTRACTURAS Y PROBLEMAS DE CERVICALES

Cuando sentimos frío, nos vamos encogiendo sin darnos cuenta para protegernos de él. Al final, acabamos adoptando posturas que, sostenidas en el tiempo, favorecen la aparición de contracturas y dolor en el cuello.

Las bajas temperaturas que estamos sufriendo estos días pueden acabar generando molestas contracturas musculares, sobre todo en la zona alta de la espalda y el cuello. Y esto es así debido, en buena parte, a la respuesta innata que tiene nuestro organismo cuando siente frío.

  • Al encogernos, lo que hacemos es reducir la superficie que está en contacto con el exterior, lo que favorece que la sensación de frío sea menor.
  • Pero, para lograrlo, lo que solemos hacer es elevar los hombros, encorvar la columna y agachar la cabeza, adoptando posturas forzadas que pueden acabar sobrecargando la musculatura.

 

EL CUELLO SUFRE ANTE EL FRÍO Y LAS MALAS POSTURAS

Las posturas mantenidas en el tiempo (ya sea trabajando frente a la computadora o haciendo maratones de series, por ejemplo), aumentan aún más el riesgo de que las cervicales se acaben contracturando en invierno.

Si, además, mantenemos una misma posición pasando frío, como puede ocurrir a menudo este año en el que son muchos los que optan por quedar con sus amigos en una terraza  para tomar algo o para comer como medida anti-Covid, las opciones de que tus músculos se acaben tensionando y contracturando aumentan exponencialmente.

ESTIRAMIENTOS PARA EVITAR LAS CONTRACTURAS

Pero, ¿qué puedes hacer para evitar que tus cervicales se quejen si tu trabajo te obliga a pasar muchas horas en la misma posición y, además, hace frío? Lo mejor para combatir las contracturas y la molestias que provocan es la prevención.

 

  • Levantarte siempre que puedas es otra forma de reducir tu riesgo de contracturas. Por ejemplo, si tienes que llamar por teléfono, aprovecha para hablar de pie o caminando. Y si haces una pausa para comer, dedica unos minutos a dar un paseo.

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