¿CÓMO SUPERAR EL MIEDO AL DENTISTA?

El miedo a ir al dentista, incluido todo el espectro, desde la ansiedad hasta la fobia dental real, es un hecho sorprendentemente común. Más del 75% de la población afirman temer ir al dentista. Primero, tienes que saber que no eres el único que teme una visita al dentista. Y anímate: hay algunos pasos prácticos y tangibles que puedes tomar para ayudarte a superar tu miedo al dentista.

Expresa lo que sientes:

Puede ser difícil hablar sobre tus miedos, pero la primera recomendación es comunicarte con tu dentista y el equipo dental en la clínica. Tal vez hayas tenido una mala experiencia dental en el pasado, pero recuerda que los dentistas son personas, como tu y como yo. También han tenido miedos y malas experiencias en su vida, y saben que a casi nadie le encanta ir al dentista. Tu dentista te escuchará con comprensión y juntos pueden desarrollar un plan para hacer que cada visita sea lo más agradable posible. Además, a veces los dentistas pueden adaptar el tratamiento para prevenir ciertos desencadenantes de ansiedad.

Palabra clave:

Con tu equipo dental, crea un par de palabras clave o señales con las manos que puedas usar en medio de una visita al dentista. Úsalos para comunicarte cuando sientas que la ansiedad aumenta o incluso simplemente te sientas incómodo. El dentista conocerá la señal y puede dar un paso atrás para darte el espacio que necesita para comenzar a calmarte.

Técnicas de relajación:

Experimenta por tu cuenta con diferentes técnicas de relajación para aprender cuáles son efectivas para ayudarte a aliviar su ansiedad y miedo. Puedes descargar una aplicación de respiración en tu teléfono que te guíe a respirar profunda y rítmicamente para contrarrestar la tensión temerosa. Algunas personas se benefician de contar lentamente hasta 10, o contar hacia atrás desde 100, dándole a su mente algo más en lo que concentrarse además del miedo. A otros les gusta enfocarse en diferentes partes del cuerpo, de la cabeza a los pies, liberando conscientemente la tensión y relajando cada área una por una.

Otras recomendaciones:

Antes de una visita al dentista, evita la cafeína y los alimentos azucarados que podrían estimular tu sistema. En su lugar, busca alimentos ricos en proteínas, que ayuden a tu cuerpo a funcionar con calma y normalmente. Además, cuando vayas a la consulta del dentista, puede resultarte muy útil llevarte los auriculares y escuchar una lista de reproducción preseleccionada de música relajante. También puedes llevar una pelota antiestrés u otro objeto pequeño que puedas apretar y jugar para ocupar tus manos.

 

Tu dentista desea que tengas la experiencia más agradable posible en todo momento y trabajará contigo para abordar todas y cada una de tus inquietudes. La tendencia natural cuando se trata de la fobia dental es evitar ir al dentista, pero permitir que los problemas dentales potenciales no se controlen de manera negativa contribuye a la ansiedad a largo plazo. En cambio, las revisiones regulares con un dentista comprensivo pueden ayudarte a evitar muchos procedimientos que provocan ansiedad.

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