EL LEGADO DE UNA LEYENDA. JOE WEIDER, PADRE DEL CULTURISMO MODERNO

Por José Rodrigo García

Director de la Universidad del Deporte México

Joe Weider, la mítica figura de la industria deportiva que popularizó el concepto moderno de la estética corporal y quien es considerado el padre del culturismo, nació en Montreal, Quebec, Canadá, el 29 de noviembre de 1919.

Debido a su fragilidad física, era objeto de burlas y abusos por parte de otros adolescentes, lo que lo llevó a buscar ayuda en el equipo de lucha de su localidad; sin embargo, fue rechazado por considerar el entrenador que podría ser lastimado. Desilusionado, al pasar por un puesto de periódicos, adquirió por unos centavos algunas revistas de donde obtuvo su gran motivación. Una de ellas, fue la edición de 1930 de la revista de Strenght (fuerza) de Milo Barbell Company, y eso fue lo que realmente le abrió los ojos, dijo: “Algún día”.

Tuve el privilegio de conocer a Joe Weider durante la celebración de Mr. Olimpia en 1989, y en mi opinión, ha sido la persona más influyente en la promoción de la actividad física a nivel mundial.

Joe Weider construyó su imperio a partir de la promoción de concursos de fisicoculturismo y la publicación de revistas como Muscle and Fitness, Flex y Shape entre otras. También contribuyó a popularizar el uso de equipos de gimnasio casero y fue uno de los pioneros de la venta de suplementos nutricionales gracias a su compañía Weider Health and Fitness. Ha sido el máximo impulsor del entrenamiento con pesas y el fisicoculturismo, así como fundador de la International Federation of Body Building (I.F.B.B.) que afilia a casi 200 países, y es una de las más importantes organizaciones deportivas a nivel mundial.

Joe Weider ha creado un legado que ha afectado de manera positiva la vida de millones de personas en todos los rincones del planeta.

La precaria situación económica prevaleciente en aquella época, obligó a Weider a abandonar los estudios muy joven, y a trabajar en diferentes oficios.

Utilizando fierros viejos que encontró en una estación de trenes, improvisó unas barras y mancuernas y empezó a entrenar, transformando su escuálido cuerpo.

Posteriormente ingresó al Club Verdun de levantamiento de pesas, y a los 17 años participó en su primera competición, accediendo al ranking nacional de Canadá de la Unión de Atletas Amateur, la AAU (Amateur Athletic Union), organización regía las competiciones de halterofilia y fisicoculturismo en Norteamérica.

Gracias a su notorio cambio, comenzó entonces a recibir propuestas para asesorar a otros deportistas y llegó el momento en que no se deba abasto, por lo que decidió publicar su propia revista. Inspirado por los catálogos de ventas de electrodomésticos y otros enseres; con solo 7 dólares publicó el primer número de la revista “Your Physique” (Tu físico), en agosto de 1940. Obtuvo pedidos inmediatamente y en menos de un año había obtenido una ganancia de más de $10,000 dólares. Fundó para ello Weider Barbell Co., una empresa de venta por correo, usando su revista para anunciar sus productos.

Gracias a Eugene Sandow y Charles Atlas que habían contribuido a acrecentar el interés por el entrenamiento con pesas y los físicos esculturales en Estados Unidos, Joe Weider vio en ello un gran nicho de oportunidad.

En 1946, Joe y su hermano menor Ben, organizaron en el Teatro Nacional de Montreal el primer campeonato Mr. Canadá y esa misma noche constituyeron la International Federation of Body Building (I.F.B.B.).

Posteriormente se mudó a la llamada “Meca del Culturismo”, en Venice, California, y en la famosa Muscle Beach, reclutó a jóvenes atletas para promocionar sus productos y participar en los concursos que organizaba.

En 1965 llevó a cabo el primer concurso Mr. Olympia, que sigue siendo el escaparate más importante para los competidores de esta disciplina Posteriormente, en 1980 George Snyder, creo Miss Olympia, el cual cedió años más tarde a la I.F.B.B., debido al rumbo que había tomado, gracias al indiscriminado uso de esteroides anabólicos por las competidoras.

Mr. Olympia

Joe Weider creo su prestigiado evento teniendo en cuenta que había varios títulos de diferentes organizaciones, y aunque todas se proclamaban como la más importante, ninguna era capaz de reunir a los mejores atletas en un solo escenario.

La primera competición Mr. Olympia tuvo lugar el 18 de septiembre de 1965, en el auditorio de la Academia de Música de Brooklyn. Entre los varios atletas que compitieron había dos ex-Mr. Universos que se destacaban: Larry Scott y Harold Poole. Ambos habían sido campeones en la AAU y eran grandes rivales que aceptaron que el título de Mr. Olympia era ahora el más importante en sus carreras. Así, la disputa entre ellos quedaría resueta. Larry Scott se convirtió en el primer Mr. Olympia de la historia, ganando el trofeo “Sandow” y abriendo las gloriosas puertas del Olympo al culturismo moderno. El trofeo Sandow fue el homenaje de los hermanos Weiders a Eugene Sandow, un culturista de la antigua Prusia nacido en 1867, y quien muchos llaman “el padre del culturismo moderno”. Este trofeo icónico se convirtió en el símbolo del título de Mr. Olympia y rápidamente ganó el estatuto del trofeo más codiciado entre todos los culturistas, superando incluso los títulos de Mr. America y Mr. Universo de la AAU.

Joe fue mentor de muchos culturistas a lo largo de sus más de 70 años de trayectoria, impulsando sus carreras y convirtiéndolos en grandes estrellas; entre ellos Arnold Schwarzenegger a quien llamó: “el mejor atleta de todos los tiempos”.  

Mi segundo padre

En 1967, Arnold Schwarzenegger con apenas 19 años y acabado de llegar de Austria, ganó el título de Mr. Universo de la NABBA. El siguiente paso lógico sería competir por el título de Mr. Olympia, que fue lo que Arnold hizo con tan sólo 21 años. Arnold acabó por ser vencido en esa competición por el mítico Frank Zane, pero no pasó desapercibido para Joe Weider. Joe, vió el potencial que Arnold tenía y le hizo a “Arnie” una propuesta difícil de rechazar: mudarse a California bajo un contrato, donde tendría acceso a los equipamientos de entrenamiento, técnicas y nutrición más modernos de la época, con el fin de convertirlo en el mejor culturista del mundo.

Arnold solía llamar a Joe su segundo padre y recordó las palabras de Joe cuando lo citó diciendo: “Arnold, quiero que seas el mejor y más inteligente culturista del mundo. Lo veo en tus ojos. Consigo ver el espíritu competitivo en tu mirada. Eso es lo que quiero. Y es por eso que voy a ayudarte. Vas a mudarte para California, te conseguiré un apartamento y te daré dinero para tus gastos… Lo único que tendrás que hacer es entrenar, entrenar, entrenar y ganar a todos”. Weider se convirtió en el patrocinador oficial de Arnold y, poco después, utilizó sus contactos para garantizarle a Arnold sus primeros contratos para películas en EE.UU., así como su presencia en portadas de revistas y programas de radio y televisión.

En 1991, Vince McMahon anunció la creación de la World Bodybuiling Federation (WBF), contratando a algunos de los principales atletas de la I.F.B.B., entre ellos: Aaron Baker, Mike Christian, Vince Comerford, David Dearth, Berry DeMey, Johnnie Morant, Danny Padilla, Tony Pearson, Jim Quinn, Mike Quinn, Eddie Robinson, Gary Strydom y Troy Zuccolotto.

McMahon, propietario de la WWF, empresa de lucha libre que genera millones de dólares, principalmente a través de Pay per View (pago por evento), decidió competir con la I.F.B.B.; sin embargo, Joe Weider solo dijo: “No me importa cuántos se vayan a esa WBF, siempre habrá muchos que quieran seguir con nosotros y al final veremos quién es quién. Solamente un año después, la WBF desapareció y con ella sus figuras.

Joe Weider, tenía una visión muy especial del entrenamiento con pesas y el culturismo. Él estaba convencido de que se podría crear una nueva raza de “super humanos” y por ello alentaba a los jóvenes a buscar el mayor desarrollo muscular posible, y sabía perfectamente que la única forma para lograrlo era la utilización de sustancias farmacológicas. En alguna ocasión, durante la celebración de un Arnold Classic, le pregunté, cuando se pretendía obtener el apoyo de Juan Antonio Samaranch; en aquel entonces Presidente del Comité Olímpico Internacional (C.O.I.) y con la intervención de Rafael Santonja; actual Presidente de la I.F.B.B.

-Joe, ¿Tú crees que el culturismo pueda llegar a ser olímpico algún día? ¿Tú crees que alguien se crea que estos tipos no utilizan drogas? Y con la mayor tranquilidad del mundo, me miró y me dijo: ¿Y tú crees que alguien pagaría por ver a unos tipos comunes y corrientes en calzoncillos? La gente quiere ver monstruos; los patrocinadores pagan por ver monstruos y eso es lo que les damos, monstruos. Estos atletas son la inspiración de millones de hombres y mujeres alrededor del mundo. El culturismo competitivo es totalmente aspiracional; uno entre miles lo logra, pero aun así lo intentan. De cualquier forma transforma sus vidas y eso es lo que hacemos: Transformar vidas”.

Murió el 23 de marzo de 2013, en su casa de Los Ángeles, California, Estados Unidos, a la edad de 93 años, de una insuficiencia cardíaca.

 

Efectivamente, Joe Weider transformó la vida de millones de personas. Él, sus empresas, la I.F.B.B., los grandes deportistas que han pasado por sus filas, han sido fuente de inspiración para incontable cantidad de gente en el mundo entero y gran parte de la nueva cultura deportiva se debe a ellos. Quizás el tiempo y la historia se lo sepan reconocer. 

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