El entrenamiento funcional ha recibido mucha atención durante los últimos años debido a que deportistas de élites y famosos han hecho eco de sus beneficios. Pero ¿Qué es el entrenamiento funcional?
El entrenamiento funcional es una consecuencia del entrenamiento de fitness o para la salud, cuyo objetivo es incrementar las posibilidades de las personas para relacionarse con el medio, mejorar sus condiciones de salud y satisfacer diferentes necesidades que surgen de las esferas psíquica, física y afectiva.
Este tipo de entrenamiento funcional atenderá, fundamentalmente, a las posibilidades de movimiento y a las capacidades de las personas de repetir los gestos solicitados, durante un tiempo requerido, en las actividades de su vida cotidiana. Cada individuo necesita un entrenamiento personal y específico.
Por ejemplo, un trabajador que pasa 7 horas sentado delante de su ordenador necesitará un soporte vertebral adecuado, por lo tanto, debería desarrollar un entrenamiento postural eficaz que le permita mantener la salud de su columna vertebral y desarrollar su trabajo con las mejores garantías, tanto en ergonomía y comodidad como en concentración, etc.
El entrenamiento funcional debe fortalecer las partes del cuerpo que el individuo necesite mover durante su vida cotidiana cuando desarrolla sus funciones habituales, además de restablecer el equilibrio de tensión muscular en dichas partes corporales.
Aunque, también podría entenderse por entrenamiento funcional aquel que busca el acondicionamiento físico necesario para volver a realizar un gesto o desempeñar un trabajo.
Factores del entrenamiento funcional
Para alcanzar los objetivos que se pretenden alcanzar mediante un entrenamiento funcional, existen una serie de factores que se deben tener en cuenta y que afectan a la consecución de dichos objetivos.
El primero de estos factores es la condición física inicial del individuo, lo cual será de vital importancia a la hora de establecer los objetivos y predecir la posible curva de resultados que se van a obtener.
Otro factor importante son las cualidades físicas que se van a entrenar, puesto que dicho entrenamiento puede causar diferentes adaptaciones del organismo, tanto en términos funcionales como estéticos.
La postura, que puede definirse como la colocación de los segmentos corporales en el espacio, debe ser correcta y adecuada, permitiendo que el esqueleto lleve a cabo sus funciones de soporte, protección de órganos vitales y de movimiento.
Dichas funciones se desarrollarán de mejor forma si existen sistemas que garantice una postura correcta, esos sistemas son el muscular y el ligamentoso.
De aquí deriva otro objetivo importante del entrenamiento funcional: estimular correctamente los sistemas muscular y ligamentoso,
Características prácticas del entrenamiento funcional
Pros y contras del entrenamiento funcional
Además de lo mencionado anteriormente, en el entrenamiento funcional los ejercicios suelen ser más complejos e involucran más partes del cuerpo que las técnicas convencionales, lo que conlleva una mayor quema calórica.
Esta intensidad, junto a la naturalidad de los movimientos de los ejercicios de este tipo de entrenamiento, ayuda a lograr un mayor desarrollo muscular, ya que los músculos se trabajan desde una perspectiva diferente a la trabajada con las máquinas convencionales, caso en el que los ejercicios siempre inciden en las mismas partes de los músculos.
En las contracciones musculares la tensión soportada por los músculos será menor, puesto que ésta la aguantarán diferentes partes del grupo muscular.
Como consecuencia de esto el crecimiento muscular será más lento que con entrenamientos más convencionales, aunque el fortalecimiento será de mayor calidad al fortalecer la zona de manera equilibrada.
Un aspecto negativo que también se debe tener en cuenta es que el riesgo de lesión aumenta, al implicar más partes del cuerpo y emplear movimientos menos rígidos, ya que se podrían involucrar segmentos corporales indebidos.
Beneficios del entrenamiento funcional
Lugares con una visual amplia, espacio social donde las personas pueden esperar el comienzo de la actividad, frases inspiradoras en las paredes, pelotas de diferentes colores, bandas elásticas agarradas de distintas alturas y barrales anclados a las mismas.
Bandas de suspensión tomadas desde el techo, un gran espacio para correr como si fuera una pista de atletismo, barras, mancuernas, discos, pesas rusas de diferentes pesos, vallas con distintas alturas es algo de lo que encontramos en estos espacios para entrenar los beneficios del entrenamiento funcional.
¿De dónde nace el entrenamiento funcional? La denominación entrenamiento funcional asociada al entrenamiento hace décadas que se emplea, especialmente en el campo de la rehabilitación física. Todo programa con fines terapéuticos tiene como objetivo primordial restaurar el estatus funcional del área afectada.
Los orígenes del entrenamiento funcional, tal y como se conoce en la actualidad, son más recientes, datan de los años 90 de la mano del fisioterapeuta estadounidense Gary Gray.
¿Cómo funciona el cuerpo humano?
El cuerpo humano funciona como una unidad trabajando movimientos mediante los músculos aislados. En estos movimientos los músculos son los colaboradores directos de los movimientos, activados por el sistema nervioso central.
A partir de esta observación, el entrenamiento funcional permite que todo el cuerpo sea estimulado a promover movimientos más completos. Los mismos son patrones fundamentales al movimiento humano, como agacharse, girar, lanzar, empujar, tirar, etc.
Cuando los músculos son activados en secuencias muy específicas se producen movimientos eficientes. Se puede decir que el cuerpo humano funciona como una unidad. En estos movimientos los músculos tienen diferentes funciones, activados siempre por el sistema nervioso central. El entrenamiento funcional permite que todo el cuerpo sea estimulado a promover movimientos eficientes.
La propuesta del entrenamiento funcional engrana procesos y momentos que facilitan la adquisición de la estabilidad y control postural.
Luego de esta adquisición se puede llegar al desarrollo de agilidad con manejo de actividades estáticas y dinámicas, variando las superficies de apoyo y cambiando el centro de gravedad. Por tal razón, es importante implementar acciones acordes a cada persona según sus necesidades, mejorando así su funcionalidad y calidad de vida.
El entrenamiento funcional debe integrar todos los aspectos del movimiento humano, así genera muchos beneficios al mismo.
Los grandes beneficios del entrenamiento funcional
El entrenamiento funcional permite convertir las clases tradicionales en sesiones cortas, dinámicas, efectivas y entretenidas. Cualquier persona puede entrenar funcionalmente de acuerdo con sus necesidades y objetivos. Se trata es de poder utilizar los movimientos de la vida diaria adaptados a un programa planificado de entrenamiento.