ESTRÉS DE FIN DE AÑO: TRUCOS PARA QUE NO ANGUSTIARSE

Desde unos días antes de Navidad hay un exceso de prisas, compromisos y eventos sociales que pueden generar estrés, impidiéndonos disfrutar como deberíamos. Toma nota de algunas estrategias para evitar que estas fechas te angustien.

Llega diciembre y comienza el agobio, las numerosas comilonas, con amigos, compañeros del trabajo, familiares; la compra de los regalos, el COVID, influenza, gripes y demás virus que circulan disparados estos días de frío, preparar la casa para los invitados y demás eventos y tareas ligadas a estas fechas que pueden afectar nuestra salud y nuestros nervios. Todo esto forma parte de un calendario marcado por las tradiciones culturales que rompe la rutina y exige mucho de nosotros, una situación que si no se aprende a canalizar puede terminar generando uno niveles elevados de estrés.

 

Lecina Fernández, psicóloga clínica y autora del libro ‘Ilusión positiva’, señala que los niveles de estrés decembrino pueden aumentar por factores externos, como acabar el año con asuntos pendientes, tener que desplazarse, preparar la casa y las comidas o comprar regalos, pero también por factores internos, como tener que someterse a ciertas situaciones personales en las que no se está a gusto, vivirlo como una obligación o sentir una gran presión por que todo salga bien.

 

Pero no es un solo una percepción generalizada. Incluso importantes instituciones médicas lo advierten: el estrés navideño es un factor importante de riesgo cardiovascular, ya que varios estudios, como el publicado en The British Medical Journal, han demostrado que estas fechas es cuando más incidencia de problemas cardiacos hay, concretamente el día de Nochebuena, Navidad y durante Año Nuevo se incrementa el riesgo de infartos de miocardio un 37%, 15% y 20% respectivamente.

 

¿Por qué sentimos más estrés en Navidad?

El principal motivo que barajan los expertos es que el agobio derivado de las comidas, las preparaciones y la compra y entrega de los regalos, que puede hacer que aumenten los niveles de estrés y por ende de cortisol; una hormona que puede ser muy nociva, y se sabe que puede causar hipertensión arterial, diabetes, obesidad y problemas cardiacos. Algo de lo que no se libró ni Winston Churchill, pues se creé que experimentó un infarto de miocardio durante su visita a la Casa Blanca en la Navidad de 1941, eso sí, tras una copiosa comida.

 

Y es que también comer demasiado, tomar mucho alcohol o las prisas pueden ser algunas de las causas de esta asociación entre salud cardiaca y estas festividades. No hay que olvidarnos de la tristeza y la soledad de algunas personas que no tienen con quién pasar estas fechas, unos sentimientos que también merman la salud en general.

 

¿Qué nos indica que el estrés navideño nos está superando?

Hay algunos indicios que pueden alertarte de que el estrés navideño te acompaña, según Lecina Fernández solemos detectar que hemos perdido el control de lo que estamos haciendo y de la situación en general. Con todo ello, que implica un cansancio mental importante, el cuerpo puede resentirse y presentar síntomas físicos, emocionales o mentales.

 

Entre algunos de estos signos de alerta de estar sucumbiendo al estrés navideño están los dolores de cabeza, el bruxismo, la diarrea, tensión muscular, alteraciones en el sueño, disfunciones sexuales, falta de energía e incluso problemas en la piel o en el cabello. Además, la psicóloga clínica nos indica que esta situación también puede afectar al humor, causar síntomas depresivos o de ansiedad, falta de memoria o de concentración o ideas catastrofistas.

 

Si quieres evitar todos estos efectos secundarios del estrés navideño vamos a revisar algunos trucos para disfrutar de estas fechas sin tanta presión.

 

Consejos para prevenir el estrés decembrino y la llegada del Año Nuevo

Aunque las comidas navideñas, los regalos, la decoración de la casa y hasta los encuentros con familiares y amigos se nos antojan mucho, nos puedan generar una situación de estrés, todo se puede solucionar o prevenir si se conoce cómo hacerlo, y a veces es mucho más fácil de lo que se piensa.

 

Si quieres sentir el espíritu navideño y disfrutar de estas fechas sin que el estrés se ponga de por medio te damos algunos consejos para que lo consigas sin apenas esfuerzo:

 

Planifica con tiempo

Es el mejor de los consejos, si tienes todo preparado solo para ejecutar tendrás más control de la situación y no se generará tanto nivel de estrés navideño. Piensa en el menú de cada una de las comidas con antelación, haz una lista de ingredientes y si el alimento lo permite, cómpralo incluso meses antes, te ahorrarás imprevistos y el precio seguro que es más bajo. Los regalos también pueden planificarse, para evitar el peso de no saber qué regalar a tu entorno, puedes ir pensándolo meses antes e incluso ir sacando información a cada uno sobre sus gustos, no sospecharán que es para su regalo de navidad y acertarás seguro. En el caso de los niños es especialmente útil este consejo, pues muchos de los juguetes tienen mucha demanda en las semanas previas a la llegada de Santa Claus o sus majestades los Reyes Magos, por lo que les será muy difícil encontrarlos. ¡Saca al organizador previsor que llevas dentro!

 

Comparte responsabilidades

Por supuesto, esto no debe ser tarea de una sola persona, puedes ayudarte de aquellos que te rodean, así las tareas se repartirán y serán más asumibles. Para que todo fluya mejor establece de qué se va a encargar cada uno y lo más importante, establecer plazos de entrega con antelación a la fecha destacada, así se reducirá el riesgo de posibles olvidos. Los niños de la casa también pueden participar en esta división de tareas, por ejemplo, ayudando a poner la mesa de las celebraciones, haciendo carteles con los nombres de cada comensal, poniendo los adornos navideños o ayudando a cocinar, en la medida que puedan. Esta es una buena manera de pasar tiempo con ellos y que sientan que también tienen responsabilidades.

 

Sé realista

La autora de ‘Ilusión positiva’, nos recuerda que ser realista no está peleado con la ilusión, la compañera perfecta de la Navidad. Además, tomar esta postura puede evitar la frustración si algo no sale como esperábamos. Piensa que ningún evento puede salir a la perfección, por ello disfruta de cada momento y no te preocupes por lo que pueda pasar.

 

Controla los gastos

En las fechas vienen implícitos una serie de gastos. Aunque en la mayoría de los casos no se pueden evitar, sí se pueden reducir con algunos trucos. Por ejemplo, como ya hemos dicho comprando algunos alimentos semanas e incluso meses antes de la cena o comida de Navidad y Año Nuevo, como puede ser el marisco, que tiene precios astronómicos cuando se acercan las fiestas y se mantiene muy bien congelado, o comprar con antelación, por ejemplo, aprovechando ofertas como el Black Friday (último viernes de noviembre). También es importante hacer un presupuesto medio que se puede asumir (evitando arruinarse) y meditar cada compra, sin dejarse llevar por el espíritu festivo. Ve con una lista a las tiendas e intenta no comprar nada que no esté en ella.

 

Evita las discusiones

En las comidas o cenas de empresa, con familiares o amigos intenta no tocar temas delicados que pueden suponer situaciones incómodas o conversaciones alteradas, entre estos temas están la política, religión o temas delicados sobre alguno de los presentes. Para que todo vaya bien intenta no juzgar los comportamientos ni opiniones de los demás, dar tu punto de vista siempre desde el respeto y utilizando un tono amigable con ellos. Otros trucos son sentarte cerca de aquellas personas con las que tienes más afinidad o te llevas mejor, o ante comentarios desafortunados hacer oídos sordos.

 

Haz algo de ejercicio

Mantenerse activo practicando algún tipo de deporte o actividad es una buena manera de mantener controlado el estrés, aliviar tensiones y de segregar hormonas como las endorfinas, que te ayudan a mejorar tu estado de ánimo y a sentirte más feliz. Dedícale algo de tiempo cada semana e intenta involucrar también a tu familia, será beneficioso para todos.

 

Dedica más tiempo a la gente que quieres

Con tantas preocupaciones relacionadas con las navidades, menús, regalos, visitas, etc., muchas veces olvidamos lo realmente importante de estas fechas, que no es más que divertirse y estar cerca de las personas a las que se quiere. Por ejemplo, si tienes hijos, aprovecha que no tienen escuela para hacer escapadas a la naturaleza, compartir juegos y actividades con ellos, hacer galletas, preparar tus propios adornos para el árbol o incluso algunos para regalar a los más allegados, será un bonito detalle.

 

Vive el momento

 

Este es consejo muy importante. Cada minuto es único y todo pasa, es por eso que, la mejor manera de disfrutar de estas fechas festivas es saboreando todas las emociones y situaciones que se presentan. Si algo sale bien valóralo y si sale mal tranquilo, mañana será otro día, o más bien, otro año.

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